Holaaaaa!!
Esta vez les comparto un dato curioso, y es una carta de Sigmund Freud a su ex paciente Marie Bonaparte:
Un perro tiene la belleza de una existencia completa en sí misma, y sin embargo a pesar de todas las divergencias en cuanto a desarrollo orgánico, existe el sentimiento de una afinidad íntima, de una solidaridad indiscutible. A menudo cuando acaricio a Topsy me he sorprendido tarareando una melodía, que pese a mi mal oído, reconocí como el Aria de Don Juan. Mucho más agradables son las emociones simples y directas de un perro, al mover la cola de placer o ladrar expresando displacer. Nos recuerda a los héroes de la Historia, y será por eso que a muchos se los bautiza con el nombre de alguno de esos héroes “
- Freud
El perro de
Freud, un Chow Chow llamado "Topsy", era para él una especie de
asistente durante las sesiones de psicoanálisis que tenía con sus pacientes.